Todas las batallas se dividen, como mínimo, en dos ejes.
Ayer Huawei tuvo un golpe anímico al recibir la noticia de que SDAssociation y ARM le dieron la espalda y que por ende, no puede desarrollar memorias basadas en la tecnología SD ni ser compatible con las existentes. Por el lado de ARM -el fabricante de todos los chips de esta arquitectura, salvo Apple-, Huawei tampoco podrá hacer nuevos contratos con la empresa y por ende se le complica realizar un SoC con núcleos propios (recordemos que por más que el SoC Kirin sea «propio» de Huawei, está basado en chips ARM).
TSMC está situado en Taiwán y mostró su pleno deseo de continuar suministrando a Huawei pero «seguirán evaluando y observando el impacto de la decisión del Gobierno de USA».
Huawei podría utilizar la arquitectura RISC, pero poco ha dicho la empresa.