Editorial por Mace Mazek
“Hemos establecido que los drivers “Detonator FX” de Nvidia contienen ciertos mecanismos de detección que causan un resultado artificialmente elevado al usar 3dmark’03.
Acabamos de publicar el parche 330 que evade los mecanismos de detección en los drivers y provee los resultados correctos.”
– Futuremark, 23-05-2003
Esto sucedía hace casi 15 años, y tal vez sea una buena señal que se aproxime su aniversario para que nos sentemos y hagamos un poco de reflexión como consumidores.
El 1 de marzo nos llegaba la noticia del GeForce partner program (a partir de ahora GPP), un servicio que, según las palabras de Nvidia “Ayudará a que los consumidores identifiquen marcas que brinden la experiencia Geforce”
¿En qué consiste?
Se brindará exposición en redes sociales y eventos, acceso anticipado exclusivo a nuevas tecnologías y más a los ensambladores que se afilien al programa.
En su anuncio oficial, nvidia deja en claro que no es un contrato de exclusividad, es decir, los ensambladores continúan con la opción de producir y comercializar productos de la competencia, pero no obstante, tenemos numerosas razones para pensar que tras bambalinas sí puede llegar a serlo.
El 8 de marzo Kyle Bennet, director ejecutivo de HardOCP, publicó un artículo en el que mencionaba meticulosamente el díalogo con representantes de 7 compañías sobre las cláusulas de contrato del GPP. Todos accedieron a hablar sólo si se mantenía su anonimato, por miedo a perder sus trabajos, y expresaron las mismas inquietudes:
- Creen que hay artículos que son ilegales.
- GPP impactará negativamente a los consumidores.
- Alterará los negocios llevados a cabo por estas compañías con la competencia (AMD e Intel)
Los contratos con los que se pudo hacer Bennet, especificaban exclusividad para con Nvidia de parte de los ensambladores que se adhirieran al programa.
¿Qué quiere decir esto?
Que si EVGA, GIGABYTE, ASUS o cualquier otro ensamblador quisiera formar parte del programa, debería dejar de comercializar placas de video de AMD, creando así (o al menos intentando crear) un monopolio.
Ahora, paremos un segundo y pongamos otro supuesto.
Supongamos que la infomación que llegó a Bennet es falsa o al menos poco exacta, y que la exclusividad con Nvidia no es necesaria, al menos en papel. Aún así pueden forzarse mediante prácticas la prioridad de los ensambladores con Nvidia.
Buenos ejemplos serían ensambladores como Gigabyte o EVGA, que si bien tienen un negocio estable en la venta de Motherboards, una gran parte de sus ganancias anuales es gracias a la venta de placas de video. En el caso de gigabyte, no formar parte del programa presentaría una desventaja, pero aún así permanecería vendiendo motherboards y placas de video AMD. En el caso de EVGA, tendría 2 opciones (ya que sólo ensambla placas de video Nvidia)
- Adherirse al programa
- Poner en juego el futuro de la compañía
Nvidia no necesita forzar la exclusividad. Simplemente haciendo caso omiso de las ensambladores que no sean exclusivos, incluso adheridos al programa, brindarían un claro mensaje de cúal es la única forma de ganar y no poner en juego toda una compañía; ya sea brindándole acceso con retraso a sus nuevos productos o simplemente creando distancia en las relaciones.
¿Es la primera vez que nvidia hace esto?
No.
Physx
Previo a su adquisición en 2008, PhysX era un sistema propietario que utilizaba una placa especial aceleradora para correr la tecnología, que consistía en efectos 3d de mayor calidad a los disponibles en la época (y discutible, los disponibles ahora) desarrollada por Ageia. Luego de ser adquirida por nvidia, la tecnología pasó a ser aceptada por todas las placas de video anteriores y posteriores al desarrollo de Physx, lo que demuestra que no es necesario hacer cambios en el hardware para procesar de la manera más eficaz esta tecnología. Pero en lugar de liberar el código e implementar una nueva tecnología al mercado, Nvidia lo mantuvo exclusivo para sus productos y sólo se puede utilizar en efectos como sangre, fuego y explosiones porque las placas de la competencia sufren un increíble impacto en su rendimiento al hacer uso extensivo de estos efectos.
Así que el Physx más que una tecnología revolucionaria, pasa a ser simplemente un cambio meramente estético.
G-Sync vs. Freesync
G-sync es una tecnología propietaria de nvidia que permite una experiencia más fluída incluso con menos de 60 fps, puesto a que adapta la tasa de refresco del monitor para que esté al mismo nivel de los fotogramas por segundo.
Nuevamente, quien desee adquirir un monitor que cuente con esta tecnología necesita una placa Nvidia y un monitor que cuente con un chip G-sync, lo que agrega un precio premium y una diferencia de al menos 100 dólares en el precio.
Freesync, desarrollado por AMD, cumple la misma función. La diferencia es que al ser de código abierto, los fabricantes pueden disponer de las herramientas necesarias para aplicar la tecnología de forma gratuita, lo que no modifica el precio por la tecnología.
TressFX vs Hairworks
Ambos son tecnologías de simulación en tiempo real de cabello en juegos, TressFX desarrollada por AMD y Hairworks por Nvidia, implementadas en una variedad de juegos.
Un caso concreto en el que podemos ver las maniobras que perjudican al consumidor por parte de Nvidia es el de The witcher, que en sus settings más altos poseen Hairworks (Tecnología propietaria) Lo que, a la hora de realizar un benchmark en ultra, deja considerablemente mejor paradas a las placas de Nvidia, puesto a que son las únicas que pueden correr de manera óptima esta tecnología.
Tomb raider, por otra parte, posee TressFX, pero al ser libre su tecnología, un parche en el día 1 dejó a las placas de nvidia igual de capaces de correr esta tecnologías que las de la competencia.
Lo que intento ilustrar es la falta de interés por el consumidor de Nvidia, que, en pos de lograr una ventaja en el mercado, es capaz de perjudicarnos.
Esto no es nuevo y no debería sorprendernos, y es hora de que como entusiastas, estemos más atentos a las maniobras de mercado y un poco menos a los chiches nuevos que se desarrollan porque, si todo lo que puede salir mal sale mal, podemos encontrarnos frente a un monopolio que regula los precios limitando la oferta, y que puede decidir casi directamente el futuro de terceros. (Los ensambladores)
Esto no es una carta de amor a AMD, pero sí es un llamado de atención a que nosotros, los consumidores, empecemos a exigir transparencia y verdadero progreso tecnologíco en el mercado que mantenemos vivo.