La belleza de lo simple
Hace algunas décadas juegos como Pac-Man, Tetris o Road Fighter dejaron una marca que ha perdurado generaciones gracias a la simpleza de sus modos de juego, en los que solo hace falta tomar el control y empezar sin la necesidad de entender muchas reglas o la historia por detrás de los personajes para disfrutar de horas de entretenimiento. Un ejemplo claro de por qué esta simplicidad es tan exitosa para la trascendencia de un juego se ve en los juegos de casino así como lo explica Betway con la ruleta, ya que las reglas de este juego son muy simples, el objetivo es predecir la casilla en la que caerá la bola cuando la ruleta se detenga. Es tan fácil de entender, que la curva de aprendizaje es casi nula y les permite a los jugadores entender el juego rápidamente y comenzar a aplicar estrategias para ganar desde los primeros giros.
De vuelta a la industria de los videojuegos, la importancia de la simplicidad va más allá de juegos creados hace décadas y se ve aplicada incluso dentro del mejor juego de 2019. La ceremonia de los D.I.C.E Awards 2020 eligió a Untitled Goose Game por encima de títulos como Death Stranding, Disco Elysium y Control, además de recibir el premio al mejor personaje por el protagonista de la historia: un ganso. Lo notable es que, para conseguir hacerse de dichos honores ante grandes y elaboradas producciones, este juego independiente no apunta por gráficos o una historia elaborada, sino por la simplicidad de darle al jugador el control de un ganso dentro de una granja con el mero objetivo de molestar a quienes le rodean y de paso sacarle una carcajada al jugador.
¿La muerte de los FPS y RPGs?
Una de las constantes dentro de la industria de los videojuegos durante la década de 2010 fue el enfoque a historias épicas e interacciones llenas de acción dentro de juegos de rol como The Elder Scrolls V: Skyrim, The Witcher 3: Wild Hunt o Mass Effect 2, los cuales obtuvieron múltiples premios y reconocimientos en su época por la complejidad que le ofrecían a los jugadores.
Además de lo anterior, durante esos años se vio también un crecimiento en la popularidad de juegos FPS como Battlefield 3, Halo o Call of Duty los cuales se enfocaron en un público muy específico y constantemente demandaban consolas con mayor poder de procesamiento. No obstante, este género se ha mantenido presente entre los gamers de la actualidad gracias a que se han desarrollado versiones que no se restringen a una consola específica de última generación, sino que ofrecen alternativas como lo hace Fortnite con versiones para ordenadores y dispositivos móviles.
Portabilidad y adaptación para sobrevivir al paso del tiempo
Los géneros que han tenido éxito en los últimos años han debido seguir los pasos de juegos clásicos y adaptar su contenido a múltiples dispositivos e incluso plataformas en línea. De esta forma es interesante observar el ejemplo de uno de los títulos más simples y antiguos en la historia de los videojuegos, ya que diversas variantes de Tetris han pasado por los primeros ordenadores, smartphones, consolas portátiles e incluso las de nueva generación, manteniendo una gran base de seguidores por la facilidad de aprendizaje que este clásico le da a sus jugadores.
Al ir un paso más allá y analizar el por qué los juegos de mesa como UNO se han mantenido entre los más populares durante generaciones y han sido llevados al mundo digital, resalta también la facilidad que le ofrece a quienes lo juegan por primera vez para convertirse en un experto en poco tiempo y aprovechar así al máximo del entretenimiento. Así como UNO, muchos otros juegos de cartas o tablero han sobrevivido el paso del tiempo al adaptarse a plataformas digitales, lo que les permite llegar a una mayor cantidad de personas.
El mundo del entretenimiento está apostando cada vez más fuerte por lo simple y el contenido de calidad. Así, al ir en contra de la tendencia de los últimos años que se enfoca en aventuras llenas de historias profundas y a veces complicadas para quienes se adentran por primera vez en ellas, es posible darle una nueva vida a los clásicos y desarrollar también nuevos juegos que concentran más diversión.