Como era de esperarse, Windows 7, se está convirtiendo en el nuevo Windows XP.
Windows XP llegó a su fin en abril de 2014 y a pesar de esto, todavía funciona en una gran parte de equipos. Sin soporte, estas máquinas no reciben más actualizaciones de seguridad, por lo que es una combinación potencialmente desastrosa si están conectadas a Internet.
En la presentación de las ganancias de Microsoft del primer trimestre de 2019, la CEO de Microsoft, Satya Nadella, reveló que Windows 10 es ahora el sistema operativo más dominante en el mercado empresarial. Pero a pesar de esto aún hay un porcentaje significativo de máquinas que todavía ejecutan Windows 7.
ARS Technica advierte que esto se parece mucho a lo que sucedió con Windows XP:
Esto deja solo 14 meses para que la mayoría de las empresas migren de Windows 7. La última «gran» migración en el mundo corporativo fue de Windows XP a Windows 7 en el período previo al final de la vida útil de Windows XP en abril de 2014. En ese momento, Windows 7 tenía el 45% de la base instalada y el 38% lo tenía Windows XP. Esas proporciones no están muy alejadas de las estimaciones actuales para la mezcla de Windows 10 y Windows 7: StatCounter pone las cosas en un 48% para Windows 10 a 39% para Windows 7.